Lo que debes saber antes de volar tu drone en Colombia
A pesar de ser unos dispositivos relativamente recientes, ya han causado demasiados quebraderos de cabeza como para que las agencias de seguridad aérea no hayan establecido leyes claras. La facilidad de acceso a un dron y las estrictas medidas de seguridad a las que están sometidos los aeropuertos y zonas de vuelo no se llevan demasiado bien.
La mejor prueba de ello la hemos vivido en nuestras propias carnes hace unas horas con el cierre del aeropuerto de Barajas debido a la presencia de drones en las inmediaciones. Estos pequeño aparatos no son unos extraños en nuestra geografía y no es raro ver comunicados de avistamientos de drones por parte de pilotos cuando encaran el aterrizaje.
Las tripulaciones tienen en deber de comunicarle a la torre de control si ven algún dron y ésta, a su vez, debe comunicárselo al resto de aviones que se dispongan a ejecutar el aterrizaje o despegue. También desde la torre se encargarán de avisar a la autoridad competente y, además, establecerán un nivel de peligro basándose en los avistamientos de las tripulaciones. Hasta poder incluso cerrar el aeropuerto.
El uso recreacional de los drones es una actividad bastante común. Basta pasear por el campo los fines de semana para comprobar la cantidad de estos aparatos que sobrevuelan parajes de toda España mientras realizan fotos y vídeos.
Drone en el CES 2020 STEVE MARCUS Thomson Reuters
Pero, aunque creamos que nos encontramos en mitad del campo, es posible que cerca exista alguna base militar, un aeródromo o alguna zona sensible que nos pueda acarrear problemas (como centrales nucleares). Cuando el vuelo se realiza con pequeños dispositivos y de forma recreacional, condiciones en las que no se requiere licencia, es fácil pensar que no estamos sujetos a restricciones. Si queremos evitar cualquier tipo de susto lo mejor que podemos hacer es consultar el mapa de Enaire para conocer qué zonas están libres de vuelo y cuales se encuentran restringidas o son peligrosas .
Para hacernos una idea aproximada, debemos dejar un radio de al menos 8 kilómetros desde un aeropuerto para poder volar nuestro dron. Además, si queremos sobrevolar poblaciones o aglomeraciones de personas nuestro dron debe pesar menos de 250 gramos, no sobrepasar los 20 metros de altura, mantener una distancia prudencial con edificios y mantener el dron siempre a la vista.
Tenemos que tener en cuenta que, algunos parques situados en el centro de las ciudades, están cerca de aeropuertos y pueden formar parte del espacio aéreo controlado (CTR). Si sabiendo esto, queremos volar un dron en un espacio aéreo controlado, debemos tener la licencia, un permiso de AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) y si el dron pesa más de 25 kilogramos debe llevar un transpondedor (como el que está instalado en los aviones) para que el controlador aéreo pueda identificarlo en el radar.